Por Gal Vukusich
Foto: Victoria Quirelli
Hay cuentas de Instagram dedicadas a compartir memes que generalizan y estereotipan las emociones y desafíos que involucran las relaciones sexo-afectivas, utilizan el melodrama como recurso humorístico en un nuevo escenario que lucha por la construcción de vínculos sanos y no vínculos con formato de novela. Hablamos de deconstrucción como si fuese un concepto que puede resumirse a vincularse sexo-afectivamente con más de una persona. Comienza a emerger un panorama en el que una relación abierta y una relación que implique un proyecto en conjunto no estarían engranando. La idea de que una relación implica un montón de inseguridades y descuido hacia une misme está muy presente.
Involucrarse con una persona, exponer nuestras vulnerabilidades, confiar, dejarse cuidar, aprender a cuidar, enfrentarnos con nuestros monstruos, ver los monstruos del otre, decir qué nos gusta, qué no nos gusta, entender qué le gusta al otre, acompañar, que nos acompañen, aceptar, tener paciencia, aprender a decir, expresar, escuchar, implica un montón de crecimiento y es súper enriquecedor atravesarlo.
Desde mi punto de vista entiendo que todos estos procesos me enfrentan con mundos muy ricos y no tendrían por qué oponerse a mi búsqueda de libertad y apertura. Convivo con mi pareja hace diez meses, hicimos una ceremonia de unión y amor con nuestres amigues y familia, tenemos proyectos juntes y a la vez la monogamia nos parece una construcción de un sistema hegemónico contra el cual luchamos.

Sería un buen ejercicio no generalizar sobre cómo son los vínculos abiertos, no idealizarlos, respetar el proceso y saber que son infinitas las formas de vincularse. Más de una vez me dijeron: “¿Es abierta tu relación? Ah pero no estás enamorada”. Cómo si ambas cosas no pudieran estar en armonía. Estoy aprendiendo cuál es mi propia forma, la moldeo en conjunto con quien sienta las ganas, siendo sincera conmigo y con le otre. Con mi compa estamos probando cuál es nuestra manera y la vamos encontrando y cambiando a medida que probamos cosas nuevas. Por ahora nos encontramos compartiendo la sexualidad con amigues. Además de lo excitante de vernos coger con otras personas, creemos que es un acto de resistencia poder compartir la cama con nuestres amis. Hacerle frente a los celos exponiéndonos a ver qué nos pasa cuando alguien que no soy yo le da placer a la persona que amo.
Poder excitarnos con otros cuerpos, sentir nuevos cuerpos, saber que podemos ver desnudes a nuestres amigues, amar a nuestres amigues, desayunar en la cama con nuestres amigues y volver a la noche a casa a ver Netflix y comer helado estando segures de que nos amamos, nos gustamos, nos deseamos y nos acompañamos de una manera única.
En el acto de estar con más de una persona aprendemos mucho, volvemos a entender la amistad compartiendo algo que no estamos acostumbrades a compartir. Poder mimar a más de una persona, pensando en grupo, cuidando a todas las partes. Es un gran desafío salir del egocentrismo de querer captar toda la atención de une otre para poder compartirla con alguien más. Lo mismo al revés, saber que no solo una persona te está mirando, tocando, besando, chupando sino que hayan dos o más personas que lo están haciendo y que quieren hacerlo de la misma forma que yo quiero hacerlo. Demostrar el cariño y la confianza desde el cuerpo. Además es una puerta a expandir nuestros gustos probando tanto con amigos como con amigas, una forma de acercarse a cuerpos que no conocíamos de una forma sexual. También entender que no sexualizamos a todes nuestres amigues todo el tiempo, que hay momentos para la piel y momentos de estar tomando mate charlando de cualquier cosa.

Cada encuentro nos trae un nuevo aprendizaje, mayor confianza en nuestro vínculo como pareja, en nuestro vínculo con nuestres amigues y a la vez nos erotiza muchísimo. Aprendemos a formular nuestras propias maneras de apertura, conociéndonos y desafiándonos, con el objetivo de crecer y expandir nuestra sexualidad que es infinita, cuidándonos, respetándonos y estando 100% receptives de cómo estamos y cómo está le otre. Saber que lo que nos gusta hoy nos puede dejar de gustar, entender que no nos vamos a sentir cómodes con todo todo el tiempo, pero que queremos aprender e intentar abrirnos a nuevas posibilidades, sin exponernos de más y cuidando nuestra intimidad, la cual nos parece esencial cultivar soles y entre nosotres dos.