Blair: “Siempre confié en que todo iba a ser así”

Copia de Blair x Makabroon 20(1)

Por Leticia Arieta
Fotografía por Grazie Joaqui (@grazie_joaqui) y Magali Szpak Carrión @Makabroon

Después de su show en Niceto Club, la cantante se abre para hablar de su álbum “Llorando en la fiesta”, la conexión con su público y la inspiración detrás de su música.

Julieta Ordorica –conocida como Blair– llevó una semana bastante movida en Buenos Aires. Con ensayos diarios y un sold out en Niceto Club, volvió a presentar su material debut “Llorando en la Fiesta”, un disco donde dialoga el pop, el rock alternativo y el synth, con una estética clara e imponente. Tan solo unos días después de su show, se sentó en un café para charlar con Beba del camino hasta ese día y cómo está viviendo su crecimiento musical.

¿Cómo fue la preparación para Niceto Club? ¿Cómo ideaste el show?

Blair: Lo fuimos gestando a distancia con mi equipo. Todos ellos son de acá y yo soy de Punta Alta. Se fueron encargando de ir preparando todo y después, cuando yo vine, tuvimos una semana de ensayo intenso de 4 horas por día para ensamblar todo. Quería que la primera parte fuera un poquito más tranquila, en lo que se pueda ¿no? Pero que la segunda sea como más rock. Por eso también el cambio de vestuario: al principio rojo, después fue negro, como tornándose un poco más trash. Ya a lo último directamente una remera de Boca. Estuvo pensado de esa forma, “Cardigan”, “Troya”, canciones más lentas al principio y que después venga el quilombo.

Revelaste que antes de la grabación de “Llorando en la Fiesta” te encontrabas en un bloqueo creativo. En este disco colaboraste con Dante Saulino, que fue el responsable de producción. ¿Qué significó su participación en la creación de este trabajo?

B: Un 100%. Dante es una persona con la que compartimos las referencias, o sea, yo le decía “quiero hacer una canción como tal» y él la cazaba al toque porque le gustaba esa banda también. Hay veces que le pedís eso a un productor y no funciona, lo escuchan dos veces y tratan de hacerlo de oído. Cuando a la otra persona le gustan realmente esas mismas bandas, se nota. Está en el detalle. No es cuestión de copiar. También cuando yo le decía: “Tengo una oración pero hagamos otra cosa porque esto es cualquiera”, él me decía “no, pará…”. Valoraba lo que yo hacía. Además de ser un increíble artista, es un apoyo moral.

¿Cuáles fueron las inspiraciones detrás del disco?

B: Mis inspiraciones a la hora de hacer el disco tienen que ver con esa cosa que tienen, por ejemplo, las bandas británicas, eso de tener letras tristes pero con melodías que nada que ver. También en la playlist de referencias hay temas de The Cure, Patti Smith, Harry Styles, Phoebe Bridgers. Después películas y todo eso. Twin Peaks es mi serie favorita y, por ejemplo, Dante metió un sample de Twin Peaks en “Troya”. O las películas de los 60 y 70 de terror. Todo eso para la puesta más que nada o para la canción “Otra Noche en los ‘70”, viene de ahí.

¿Tenés alguna canción favorita en el disco?

B: Puedo decir algo lindo de cada una. De “Rothmans” me encanta el estribillo, la sensación que me da y que sea una canción que capaz que la podés escuchar en la radio. De “Opuesto Complementario” me gusta que la hice y estuve todo el día cantándola, cosa que nunca me pasa. Que se me haya pegado un tema mío es una buena señal. Y después “Mi suerte”, a la gente le encantó y el estribillo yo lo soñé. Lo que es muy loco porque hay mucha gente que dice que esa canción le da vibras como algo onírico y es muy increíble porque de ahí salió, de un sueño.

“Yo y Yo» es una de las canciones más íntimas de “Llorando en la Fiesta” por su temática de salud mental. ¿Cómo fue el proceso de abrirse en ese tema?

B: Esa canción fue un collage porque ya tenía el estribillo escrito. Viniendo para Buenos Aires en el tren me fui al comedor, agarré el cuadernito y empecé a escribir. Yo digo que eso es como hacer un freestyle, pero en la hoja porque arranco a ver que frases riman. No siempre me pasa así porque me cuesta mucho hacer una oración y entender que esa no tiene que ser la versión final. Después empecé a escribir la parte de “garras que me cazan, cosas que me cansan”. Ahí dije: “Ah, claro, esto no está hablando de otra persona, está hablando de mí”. Cosas que siento yo, que causo yo y nadie más. Es una de las canciones que más valoro en el disco porque corta un poco con el amor y desamor, es una letra muy real. No es optimista ni pesimista, simplemente quiero estar afuera pero no puedo y eso es lo que tengo.

En el disco no hay ninguna colaboración. ¿Por qué tomaste esa decisión?

B: Le dije a Dante: “No quiero que haya nadie”. Generalmente un primer disco suele tener un feat para levantar y que más gente te conozca. Me fui dando cuenta que para hacer un feat tenía que ser alguien que no sólo me guste un poco su música, sino que también vaya más allá. Conocerlo, que me caiga bien y que sea mi amigo. De repente me pasó que pensé en una persona pero nos distanciamos. Por eso me dije voy a hacer esto sola y después en el camino iré viendo.

Hace poco tocaste en uno de los shows de Bandalos Chinos. ¿Cómo se dio eso? ¿Cuál es tu vínculo con el resto de la escena argentina?

B: Como yo vivo lejos es medio complicado estar participando activamente de las cosas que pasan acá con los artistas, pero soy amiga de un montón y cada tanto hablamos. Con Bandalos lo que me pasó fue que nos seguíamos con Mati Verduga, el baterista, en Instagram. Es un amor de persona, todos en Bandalos Chinos son unos soles. Él me escribió y me dijo: “Che, me encanta tu disco y se lo mostré a los chicos. Vamos a tocar en Niceto, ¿Querés venir en alguna fecha a cantar?”, y dije: “Sí, obvio. ¿Qué es esa pregunta?”. Algo que me la re subió fue que habíamos quedado en tocar un tema y ese día me escribieron para preguntarme si también quería tocar una parte de “Opuesto Complementario”. Bandalos Chinos es muy el soundtrack de mi vida, salgo a caminar o desayuno escuchándolos y de repente veo un video y digo: “Ah, están tocando mi canción”. Lo hicimos y fue muy cómodo, como si ya lo hubiésemos planeado desde hace un año. Fue un momento increíble.

¿Hay algún proyecto de la escena argentina que te emocione o con quién te gustaría colaborar en un futuro?

B: Me encantaría tener una canción con Bandalos obviamente. Conociendo Rusia también me encanta, o Marilina Bertoldi quizás. Me estoy olvidando de un montón pero creo que con esos ya estaría.

Sos muy abierta con tu faceta swiftie e incluso en Twitter hay una campaña para que abras para Taylor Swift. ¿Qué te interpela de ella a la hora de hacer música?

B: Ella me parece la persona más inteligente que existe en el planeta Tierra. No solo por las letras, sino por todo: cómo se mueve en cuanto al marketing o los easter eggs. O sea, ella planea cosas de acá a tres años y yo creo que me siento un poco identificada con eso. Me re gusta jugar con esas cosas de ver si cazan tal referencia o a ver si dejo tal pista y qué sé yo. Me encanta que cada álbum sea distinto al anterior. Por ejemplo, Speak Now, que lo escribió todo ella sola con 19 años, después folklore que tiene un vocabulario increíble y toda la movida de reputation, de haber estado un año desaparecida y después volver con eso. Son todas cosas de las que me gustaría aprender.

Tenés un vínculo muy especial con las personas que escuchan tu música. ¿Cómo lo vivís?

B: Es una locura porque quizás lo ves en redes agitando pero es re loco cuando lo ves en persona. Cuando salí a saludar después del show había gente esperando que me decía “vine de Mar del Plata” o “vine desde Misiones, o personas llorando y como que digo: “esto es real”. Es una locura. Y que cada vez crezca más, es increíble.

Además interactuás mucho con elles en Twitter, todo el tiempo respondés mensajes.

B: Yo creo que en la medida que me dé el tiempo, siempre que vea algo, voy a intentar responderlo. De repente las personas que son más famosas tienen 800 tweets por hora y obviamente no pueden responder todo, pero si estoy tirada todo el día con el celular en la mano, no me cuesta nada. No es que lo haga de compromiso. Odio eso que hacen algunos artistas de fingir interés para que le suba el algoritmo, preguntar y después no responder o likear nada. Es Twitter pero después, o sea, acá atrás de cada cuenta hay una persona.

¿Qué le dirías a esa Juli que apostó todo por la música en su momento?

Por ahí esa frase cliché de sembrar algo bien y esperar que dé los frutos aunque te lleve tiempo. Obviamente que una en el momento piensa: ¿Cuánto más tengo que esperar? Pero creo que si hacés las cosas bien y te rodeas de gente que no tenga malas intenciones, las cosas se van dando. Siempre confié en que iba a ser así, por ahí la pasaba mal cada tanto, pero sabía que en algún momento iba a llegar la recompensa.

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