Por Mónica Macha (Diputada de la Nación Argentina por el Frente de Todos)
Fotografía por @langostinafotografia
Los espacios de encuentro potencian lo mejor de nosotrxs. Son momentos en los que el tiempo se comporta de otro modo, un tiempo diferencial, producido por el encuentro de los cuerpos, por esa sensación que hay en el aire de la construcción colectiva, de la conversación múltiple, abierta, justa, representativa de todxs. Cuando nos encontramos con otrxs producimos espacios de libertad colectiva. Y eso fue este (re)encuentro plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersex y no binaries.
Un encuentro muy esperado porque los años de pandemia impidieron estos encuentros que para nosotrxs son fundamentales a la hora de construir agenda, de poder discutir qué es lo que necesitamos desde el feminismo y el transfeminismo popular y plurinacional. Quiero contarles algunos de los puntos que me parecen más importantes:
- Parte de los ejes estuvieron muy ligados a lo que pasó en Villa Mascardi y el desalojo de las compañeras mapuches. Tememos la necesidad de incorporar activamente la perspectiva indígena. Es necesario decirlo una vez más: somos un territorio habitado por múltiples naciones. Necesitamos hacerle lugar y generar garantía de derecho a todas las cosmovisiones.
- Por otro lado, expresamos una preocupación enorme por lo que significa en términos de la economía nacional el pago de la deuda externa. La deuda es con nosotrxs, la deuda es interna, la deuda es con el pueblo apremiado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo. Tenemos que lograr que alimentos, tarifas y sueldos estén alineados (y no alienados!). El feminismo popular es siempre justicia social.
- Como siempre, nuestro acompañamiento fundamental a Cristina Fernández de Kirchner en el contexto de la militancia política y, claro, en el contexto de los últimos sucesos que nos llenan de preocupación. El intento de magnicidio/femicidio debe ser un punto de giro en nuestra historia democrática. Quienes nos sentimos conducimos, interpelados, representados por las ideas, la fuerza y la historia de Cristina sabemos que debemos militar hoy para que mañana sea mejor.
- Otros puntos que me parecen trascedentes: bregamos por los derechos laborales de compañerxs (siempre militamos en el cruce de género, clase y raza), luchamos por políticas de Estado que propicien marcos de igualdad a todas las identidades de género, queremos formación política de lxs compañerxs (y que sea reconocida!), peleamos por la visibilidad de las situaciones de abuso sexual en las infancias y reivindicamos la agenda de salud sexual y el derecho al goce.
Hay algo de estos encuentros que siempre me pareció una imagen hermosa y poderosamente feminista. Llegamos a San Luis desde distintos puntos del país, llegamos de todas las maneras que se pueden imaginar, llegamos juntas y solas, con militantes o de forma independientes, bajo una bandera, como activistas, como luchadoras, como guerreras, como amigas, como compañeras, como personas que se sienten parte de un mismo linaje, que no se conocen pero sí se reconocen en el otrx. Y ahí estuvimos un par de días. “Dos días en la vida nunca vienen nada mal, de eso se trata vivir”. Y después regresamos a nuestros lugares, a nuestras casas, a nuestros espacios de militancia y activismo, a nuestra micropolíticas de acción. Pero somos otrxs porque volvemos renovadxs y más intensxs. Sabiendo que en la otra punta del país hay alguien con nuestro mismo sentir, luchando en un nombre colectivo, trazando el mapa ardiente de la argentina plurinacional y transfeminista.
¿Dónde estamos? En todas partes, hermanas.