Por Leticia Arieta
Fotografía por Agostina Almada
El Festival Nuevo Día regresó a Buenos Aires luego de 3 ediciones espectaculares en Rosario, La Plata y Uruguay, esta vez con una propuesta más ambiciosa en la Ciudad Cultural Konex.
Desde hace varias semanas los oídos nos retumban con frases como que el arte es “un curro” o que implica un gasto extra e innecesario en el presupuesto nacional. La fórmula neoliberal que busca aplicarse por estos días, que nada tiene de novedoso, una vez más pone a la escena alternativa en jaque. Aun así, como bien ya ha ocurrido anteriormente en la historia de nuestro país, los espacios independientes se han erigido como resistencia, y es por esto que la existencia de una contracultura que se apoye entre sí es de extrema importancia, como en el Festival Nuevo Día.
De las mano de Adrián Trapinsky –creador del sello independiente Surfer Rosas, productor y gestor cultural–, el evento volvió a Buenos Aires después de fechas en las ciudades de Rosario, La Plata y Montevideo. Con una edición de verano ideal para pasar un fin de semana al aire libre y conocer bandas nuevas, el festival invitó también a un encuentro entre generaciones con la inclusión de artistas con más trayectoria: Massacre, Marina Fages y Barbi Recanati.
Y eso no es todo, el festival es una celebración de la cultura alternativa en todas sus formas y expresiones. En la Ciudad Cultural Konex se plantó una feria explotada con fanzines –de la mano de Alcohol y Fotocopias–, libros, vinilos y fotografías –de Guillermina Müller– de artistas de la escena argentina. En dos días y dos escenarios, el “Nuevo Día” y el “Vomit”, también se presentaron Sakatumba, Winona Riders, Dum Chica, Las Tussi, Buenos Vampiros, Mujer Cebra, Kill Flora, El Club Audiovisual y Ryan. Además en ambas jornadas se pudo disfrutar del set del DJ Letsgou.
Coproducido con la fiesta Vomit, el Nuevo Día movió a su público con shows al aire libre y en la Sala de las Columnas, y no dejó de lado la situación sociopolítica del país. Varias bandas se posicionaron contra del mega decreto de Javier Milei y la Ley Ómnibus de alguna manera. En la jornada del sábado Barbi Recanati se tomó un momento hacia el final de su set para expresar: “Hay que definir bien las palabras, no estamos en contra de un artículo, ni estamos en contra de que desfinancien el Fondo Nacional de las Artes. Estamos en contra de la ‘Ley Ómnibus’, estamos en contra de que le deleguen cualquier tipo de autoridad por fuera de la que ya tiene al tipo este que no puede ni manejar Twitter”.
En diálogo con Beba, la cantante de “Teoría Espacial” habló sobre la importancia de estos espacios y su vínculo con las políticas públicas que están en juego: “Lo under no siempre es lo que vende y eso que no vende que forma parte de esos espacios alternativos, es lo más importante del arte. El mainstream no existiría sin la escena alternativa. Todo lo que se inventa, se inventa en el espacio alternativo. Y la única manera de que ese espacio alternativo sobreviva es con 10 locos como es el caso del Nuevo Día y con un estado presente”.
El Festival Nuevo se consagra así como un espacio clave de la cultura alternativa argentina actual, que además de atravesar generaciones, se mantiene leal a su propuesta artística inicial donde es prioridad dar lugar a las bandas de la nueva generación –sin siquiera tener un line up en orden jerárquico– y exhibir talentos genuinos que llegaron para quedarse
