Por Estefanía Zangaro
Fotografía por @_paliament, @guillerminamullerr e @inti.patron
Pensar en “Fractura”, con todo lo que esa palabra implica, puede llevar a distintos lugares; desde representar algo roto o algo que se quiebra hasta imaginar que ahí donde algo se rompe, emergen nuevas posibilidades. Conversamos con Churko y Burno, productores de Fractura; buscamos indagar sus inicios y conocer los motores creativos de este proyecto que es a la vez una fiesta, un sello discográfico y un management de artistas que forman una parte clave de la escena del underground porteño.
¿Cómo lograr capturar y potenciar lo alternativo? ¿Cómo se lleva adelante la cultura alterna en una época marcada por la polarización? Estos fueron algunos de los disparadores que llevaron a Churko y Burno, productores culturales, a darle vida a Fractura, un proyecto que es una fiesta, al mismo tiempo un sello discográfico y management de artistas, que hoy es figura clave de la escena del underground porteño.
Sus organizadores lo conciben como un síntoma de la historia nacional, que se desarrolla en un momento particularmente difícil. El proyecto nace en 2021 como germen de la pandemia, en una época en la que la falta de líderes y formas de organización se sentía en el aire. En una nebulosa generalizada de desorientación, Fractura capturó ese espíritu de transformación y reinvención: es por eso que de los vestigios de la crisis nace y se instala progresivamente en el underground porteño, profundizando la búsqueda de expresión de una estética oscura y misteriosa. La intención fue reunir proyectos que aún no estaban conectados entre sí. Desde sus inicios, Fractura ha integrado sonidos alternativos, experimentales, latinos y urbanos que hasta entonces parecían intocables, pero que actualmente forman parte del 101 que compone al under de esta ciudad.
“No es casual que Fractura nazca en este momento, es un síntoma de época que actualmente se profundizó más. Intentar llevar adelante un proyecto de cultura alternativa en este contexto en el que gobierna el fascismo es expresar la necesidad de unirnos, buscar puntos en común, porque justamente lo que está afuera busca dividirnos. Estamos en un momento en el que construir colectivamente y vender tickets es casi lo opuesto a hacer dinero”, expresó Churko.
Tomar la hibridación como un concepto, llevar al máximo la manifestación de un proyecto cuyo motor es la conjunción de un todo allí donde no había nada y romperlo todo. Ir a “la Fractura” implica nunca encontrarse con la misma fiesta dos veces, ni hallar una misma propuesta estética, sonora, fotográfica o conceptual. Es concebir una fecha como un universo en sí mismo.
El pasado 2 de marzo, Fractura lanzó una edición que unió al rock alternativo, el punk y la música electrónica. El line up, que integraba a Blanco Teta (quienes presentaban su último lanzamiento, “ROMPE PAGA”), Dum Chica, Genossidra y DJ Ashley, nos deja picando la pregunta que resuena en esta nota. ¿Cómo unir un proyectos de punk formado por músicos de conservatorio y DJs de música electrónica en una misma fecha? ¿Cómo nace la idea y cómo se aborda este desafío?
“La idea de realizar una edición de Fractura centrada en el punk surgió como una extensión natural del proyecto. Personalmente fue una de las fechas que más me gustó. Para nosotros fue en pos de seguir profundizando la transversalidad como un concepto en sí mismo. Buscamos potenciar lo alternativo, por más ambiguo que suene. Potenciar ciertos ámbitos, ciertas construcciones estéticas que no sentimos que están ponderadas actualmente en Capital Federal. Construir un espacio donde se pueda potenciar un sonido que actualmente es muy pequeño acá, e intentar hacer que eso tenga una extensión mayor. Hay muchas formas de pensar los eventos que fuesen mil veces más redituables, pero nosotros buscamos poner el concepto por sobre todo lo demás.”, comentó Churko.
Hablando de futuras fechas y formatos, lo que están planeando es que ninguna fecha sea igual a la anterior. El motor que empuja la Fractura nunca fue la posibilidad de hacer grandes cantidades de dinero, sino intentar generar una comunidad que empiece a apostar a los formatos híbridos que presentan.
Dentro de la producción de Fractura notaron la oportunidad única de colaborar con Blanco Teta; una banda que integra las voces con un cello, batería y bajo. Dentro del rock alternativo, esta banda se sitúa en la intersección de este género y el punk.
“La experiencia de esa edición fue muy positiva en muchos aspectos. Trajo público nuevo, y nos pasó lo mismo que pasaba en un principio; unimos una escena que hoy por hoy parece más maleable pero en su momento era muy heterogénea y difícil de unir. A nuestro asombro y a nuestra conquista cultural, todas las personas que vinieron a la fecha de Blanco Teta dijeron que la fecha era muy Fractura. Para nosotros fue flashero, incorporamos una nueva escena abriendo un marco”, manifestó Bruno
Parte de lo intrigante de la concepción de Fractura es entenderla como una mutación constante, como un organismo vivo que evoluciona en un mundo que cambia con el pasar del tiempo y los años. La motivación de este proyecto es explorar un formato híbrido que se enmarca en un contexto alternativo, donde el espacio y el lineup se condicionan mutuamente. Es la motivación de experimentar con las diversas facetas que conforman la producción musical. Fractura no se experimenta de manera lineal; es más bien una manifestación en constante cambio.
Pensar en una fecha como la conjunción de un line-up como una pieza de arte en sí mismo; desde lo que cada artista aporta, viene con el objetivo de fomentar que Fractura sea un espacio al que uno va a conocer para saber qué es lo que está pasando en la escena musical, teniendo en cuenta tangentes únicas.
“Lo que queremos motivar es que Fractura se convierta en un lugar al que uno va a escuchar, a conocer, a estimularse. Cuando una persona se enfrente al line up es probable que no conozca a todos los artistas que se encuentran ahí, pero es justamente una invitación para que conozcan eso que está pasando en la escena alternativa.”, señaló Bruno.
Otro objetivo y desenlace reciente del proyecto fue la posibilidad de que Fractura sea un espacio para profesionalizar proyectos, generando un statement artístico diferente. Poder editar artistas, distribuirlos como label y explotar la faceta de management de los mismos. Generar que artistas grandes y pequeños estén en contacto creando un espacio de colaboración; de esto nace la decisión de convertir a Fractura, a su vez, en un sello discográfico que representa artistas. Actualmente Fractura representa a @_maja como productor, @sassygirl en la faceta latina y @estratosfera como la parte más pop y experimental. Tres mundos apartes en lo contemporáneo del under, pero que a su vez están en contacto con lo alternativo.
“Que estos tres artistas puedan (al igual que la fiesta en sí) generar un concepto en sí mismo y refuercen la idea de la transversalidad en lo alternativo, es el motor de esta faceta reciente de la productora como management musical. Fractura en su producción cuenta con una línea conductora. Los tres artistas hacen al total de la movida, hacen referencia a la estética general del proyecto.”, mencionó Chruko.
Aunque en esta ocasión solo pudimos conversar con Bruno y Churko, motores principales y directores de la fiesta, es necesario aclarar que como todo producto que reúne lo cultural y lo underground, Fractura es un proyecto grande que converge una gran cantidad de personas en la producción de cada fecha. No es una empresa; es la vinculación de productores artísticos que buscan construir a partir de formatos híbridos.