Música para mutantes: así se vivió la segunda edición del festival de bandas independientes de Buenos Aires

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Por María Belén Bordón
Fotografía por Gilda Lorenti

Un domingo patrio y muy independiente con Lupe, Fermín, Las Ligas Menores, Santiago Motorizado y Juana Molina: distintas generaciones del indie configuraron el line-up de esta fecha.

La segunda edición del Festival Mutante tuvo lugar en el Complejo Art Media el pasado 9 de julio, atrayendo a casi 2000 personas que se sumergieron en el mundo del arte alternativo. El evento fue una celebración de la creatividad y la expresión artística argenta, presentando una amplia gama de propuestas que iban desde artistas emergentes, hasta manifestaciones visuales.

El Proyecto Piranha se encargó de la propuesta visual del festival, presentando una programación de artistas visuales que transformaron el espacio en una experiencia inmersiva, agregando una dimensión adicional a la experiencia del público para crear un ambiente único.

Lupe: una voz de las nuevas formas.

La tarde arranca con Lupe en el escenario. De blanco, frente a su computadora y su bandeja, irrumpe en la escena con el Himno Nacional Argentino. Los asistentes más puntuales del festival se agrupan cerca de ella y comienzan a vitorear la melodía de nuestro emblema musical que tanto resuena en esta fecha patria. Afuera llueve, es un domingo frío y gris, pero adentro todo es calor y luces de colores: la cultura indie es una burbuja colorida que promete sensaciones y propuestas tan distintas como increíbles.

Lupe es oriunda de La Plata y ferviente propulsora de la autogestión. Suele comenzar su set con tonalidades concretas, que de pronto va deformando para darle entrada a sus increibles beats, invitando a todo su público a bailar, quienes obviamente responden a sus estímulos. . De un momento a otro, la productora saca un micrófono y canta: “No puedo funcionar/ no me mires la cara/ no tengo un lugar en donde funcionar” a una generación que canaliza, con ella, esa incertidumbre a través del baile: las inquietudes se destilan en la pista, en la noche, entre la gente.

La búsqueda de Lupe persigue las formas. Desde la electrónica, evoca un pop que valora la canción para darle protagonismo a las letras que canta en vivo mientras baila con frenesí y soltura. Esta inquietud se desata en “Nuestra forma”, la canción que levanta al público y lleva el mismo nombre que su EP junto a DJs Pareja. Sigue con “Liberación” y “Yo también lo siento”, todes les allí presentes bailamos y cantamos: “estaré moviendo mi cuerpo/ y verás que también lo siento”, poniendo de manifiesto la militancia del movimiento como experiencia vital. Lupe cierra con “Te amo” -uno de sus primeros singles- y anuncia que este año sacará su nuevo disco, llamado Reset.

Fermín estrenó banda.

Sigue Fermín, que en esta ocasión presenta su nueva banda formada por Coghlan y Lu Pieckenstain. Todes trajeades -llevan camisas, pantalones sastreros, pollera a tablas y corbata desacomodada- recorren el repertorio de la propuesta de Fermín Ugarte, artista, compositor, productor y DJ. “Terremoto” y “Polideportivo” hacen bailar a un público al que le resuenan las letras sentimentales con temas como el desamor y el desencuentro. Contra las vallas, dos fans sostienen carteles que rezan “MILF (man I love Fermin)” y “Support your local popstar!”.

La propuesta es divertida y descontracturada, nos incita a bailar y corear sin parar temas que se continúan casi sin pausas. “Y todo tiempo busco algo nuevo/ Algo que me encienda la dinamita/ me habré perdido de tanto buscar”, dice “Dinamita”, último tema del EP de 2022 MAÑANA ES PEOR :(. De pronto, suelta al público “Elemento”, un tema que pertenece al disco nuevo que estará saliendo este año y el público obviamente recibe su noticia con placer.

Para cerrar, y sin dejar de resaltar el festejo por el Día de la Independencia y halagar la tierra que habitamos, Fermín toca “Luz y Fuerza”, regalándonos un abrazo fuerte y fraternal que une a todo su fandom en un hermoso plagado de sentimientos.

Las Ligas Menores: un setlist soñado.

Ya cayendo la noche, suben al escenario Las ligas menores: la audiencia, cada vez más apretada y enérgica comienza a saltar desde la primera canción. La banda platense calienta el escenario con “El baile de Elvis” y “Accidente”, que provoca emoción y alaridos desde los primeros acordes. Entre los gestos inevitables al verlos en vivo, predominan saltos, movimientos de agite y un cantar sonriente hasta para aquellas composiciones agridulces. Cuando suenan “Ni una canción”, “En invierno” y “Piedra del águila”, el derrumbe total. Se cantan a los gritos y con la frente en alto, pero no cualquier público… Las canta uno más maduro y con otras experiencias de vida. Las cantan aquellos que se animan a sacar a pasear el dolor con un par de acordes, para luego volverlos a guardar con otra seguridad. Santiago Motorizado es invitado al escenario a cantar con ellxs su emblemática “A 1200 km” y el público explotó de excitación. Luego la banda retoma el clímax con “Renault fuego” e “Hice todo mal”, -sin duda el highlight de la noche-, este último single fue parte de Blondi, la recientemente estrenada ópera prima de Dolores Fonzi.

Santiago Motorizado: proyecto solista y lo mejor de El Mató.

Como una continuación de la poética platense, sube al escenario Santiago Motorizado, figura clave de la cultura independiente actual. Primero, entre el humo rojo y espeso, aparece solo cantando: “Ey, amigo, buscás la verdad de forma salvaje”. De pronto el clima empieza a bajar decibeles y la voz del protagonista entona, desgarrada, “La noche eterna” y “El tesoro”, de El Mató. Luego, acompañado de una guitarra acústica, Santiago empieza a recitar “Muchacha de los ojos negros”, enmarcada en la celebración de la fecha patria. El público, acostumbrado al humor del compositor, le pide temas a los gritos y se desliza un diálogo entre risas y canciones. No falta la demanda de “No podrás”, cover de Cristian Castro que fue furor en las redes. “Me debo a mi público”, dijo después de hacerse rogar bastante, y entonó las primeras estrofas del reconocido éxito. Para volver a la intimidad y calma del ambiente, vuelve con “Medalla de oro” y cierra su momento.

Juana Molina: un final azul.

prensa @mutantefestival

La cantante aparece a la derecha del escenario con guitarra, teclados y un sinfín de pedales, acompañada del baterista Diego López de Arcaute, para quién pidió un caluroso aplauso. El espacio se tiñe de luces azules -su color tan característico, lo lleva también en su ropa- y a pesar de la expectativa, el clima se llena de calma y de un silencio casi de trance. El público es consciente de que Juana  coronó una jornada que reunió a importantes artistas de la escena independiente.. El show comienza con “Paraguaya” y “Cara de espejo” con una calidad de audio tan increíble que eclipsa al público de entrada. Luego, en “Eras” se desata un oleaje envolvente y, por momentos, desatado. Los seguidores de Juana murmuran las letras y acompañan con bailes que inevitablemente llevan a una introspección, a una conexión inclasificable con la multiplicidad de sonidos que conforman sus melodías. Los acordes de “Estalactitas” anuncian uno de los temas más coreados de la noche. Ya llegando al final, la canción elegida es una pronunciada versión de “Un día”, como un anuncio de una nueva transformación.

La energía y la emoción del evento continúan palpables en el ambiente, dejando a los amantes de la música alternativa, con ganas de otra de edición para disfrutar de más música, descubrir nuevos nombres y brindar apoyo continuo a la cultura local que da voz y melodías a generaciones enteras, enriqueciendo la escena independiente año tras año.

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