Nenagenix en Niceto: una noche de melancolía shoegaze

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Por Leticia Arieta
Fotografía por Guadalupe Feijóo

Con localidades agotadas, la banda se subió por primera vez al escenario de Niceto Club para presentar “Lo más cercano a caer”, su álbum debut.

Viernes por la noche y Niceto Club está agotado, Nenagenix se presenta por primera vez. El venue en cuestión es para muchas bandas porteñas un hito, algo que sienta un precedente de crecimiento y bancada –especialmente si agotás todas las localidades–, el quinteto no debería tomarlo como menos, y después de la noche vivida, es probable que no lo hagan.

Gritos y ansiedad. Después de mucha espera, y bajo el ala de Bohemian Groove Corp, el 26 de mayo la banda lanzó su primer álbum de estudio, “Lo más cercano a caer”. Tan solo tres días después de la publicación, la presentación no tardó en anunciarse y mucho menos en hacer sold out.

El escenario que se despliega dentro de la esquina de Humboldt y Niceto Vega no es un detalle a ignorar, nada fue dejado al azar. Todo está cubierto por naturaleza y simula el cuarto de la portada del disco. La batería de Francisco Peña está cubierta por plantas y musgo, y hasta hay una lámpara tirada.

Pasadas las 9 de la noche, las luces bajan y comienza el show. Con una intro y acompañamiento visual, la banda da un arranque enérgico con “Pulso” –último corte del álbum–. El setlist del grupo mantiene el orden del disco, le siguen “Contraluz” y “Dientes de Leche”. Para cuando llegan las canciones de su EP “Flash Memory” —“Asking 4 It”, “Caleioba”, “Shallow” y “Material Pornográfico”—, es obvio: Nenagenix tiene al público en la palma de su mano.

Martina Sampietro (Voz) fogonea a les pibes y pibas sub-20 que fueron a poguear. “Más, más, más”, les indica cada vez que se abre un mosh pit. Su presencia es difícil de ignorar. Si no hubiese sido cantante, Sampietro definitivamente hubiese sido algún tipo de performer. Sin comprometer su función principal, se mueve naturalmente sobre el escenario y se transforma cuando la ocasión lo amerita. Tal es el caso de “Asking 4 It”, donde pasa de una voz suave y dulce, a un grito enfurecido –“¡No me mirás más así!”– que todos corean sin duda alguna.

Para bajar un cambio, suenan “Nadar Sola” y luego “Sueño por Debajo”, unas baladas donde las guitarras de Laura Ferreira y Blas Bulacio no pasan desapercibidas. Nenagenix es hipnótica de escuchar y ver. Las visuales hacenjuego con lo que pasa a nivel sonido armoniosamente. Y los cinco, a pesar de ser extremadamente distintos entre sí, se alinean perfectamente uno con el otro.

Los covers tampoco faltan. Hacia el final de la noche, una reversión de “Decode” de Paramore enloquece a les fans más ligados al emocore y hace poguear a toda la sala. Sampietro anticipa que “estos son los últimos dos” antes de tocar el hit de los 2000. Le sigue Asfixia, otra de las nuevas canciones, y sin aviso dejan el escenario. Sin embargo esto no queda así, luego de un breve video de “Lo más cercano a caer”, Nenagenix regresa para un encore más que esperado.

Las elegidas son “Igual” –primer sencillo de este último trabajo– y “Antes de que Olvide”. El cierre es acertado como todas las decisiones esa noche. Y después de agradecimientos, gritos y aplausos, la banda se toma una foto con el público como souvenir de su primer Niceto.

Nenagenix comenzó a resaltar en la escena porteña tras el lanzamiento de su primer EP “Flash Memory”. Pandémico y DIY, captó la atención de sus oyentes que les pidieron más música. Tras firmar con Bohemian Groove Corp, sello musical de Dillom, comenzaron a trabajar en “Lo más cercano a caer” junto a Santiago De Simone, quien también estuvo detrás del sonido de artistas como el mismo Dillom y Lara91k.

Dentro de la nueva ola de bandas alternativas argentinas, Nenagenix, como tantas otras, promete. Y lo hace, no solo con una puesta sonora única, si no con toda una estética y performance que además de bella, es genuina.

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